El casco constituye una parte esencial del equipo de seguridad para numerosas actividades verticales. Protege la cabeza contra la caída de objetos y en caso de choque - por ejemplo, si la cabeza del escalador choca contra la pared durante una caída.
Un casco puede fabricarse con diversos métodos y cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Los cascos de poliestireno expandido son ultraligeros, pero los golpes quedan marcados. Un casco puede construirse con una combinación de estas tecnologías y materiales. La carcasa ligera de ABS y la almohadilla interna de espuma expandida del ELIOS y del ALTIOS permiten obtener el mejor compromiso robustez-ligereza.
![](https://static.wixstatic.com/media/a27d24_5ce6b5ea0d9c435d8c4516fb45898a5c~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_677,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/a27d24_5ce6b5ea0d9c435d8c4516fb45898a5c~mv2.jpg)
TALLAS:
Debes medirte con una cinta métrica el contorno de tu cabeza y ver si la talla del casco se adecua a tu perímetro de cabeza.
Todos los cascos indican un mínimo y un máximo. Si vas a efectuar alguna actividad en la que necesites un gorro (alpinismo), mídete también la cabeza con el gorro puesto y comprueba que la talla que eliges es compatible con las dos situaciones.
Si tienes la cabeza pequeña, o muy grande, seguramente la mejor alternativa son los cascos con tallas, ya que el tamaño de la carcasa está en relación, es decir, si tienes la cabeza pequeña, con un casco pequeño evitas el efecto champiñón y si tienes la cabeza grande, un casco grande te protegerá mejor la cabeza.
Una vez elegida la talla sólo queda ajustar las cintas.
TIPOS DE CASCO:
Los cascos varían según la actividad a realizar en cualquier deporte, nos concentraremos específicamente en los cascos de escalada y alpinismo.
Clásicos:
Son los de diseño y construcción más antigua, pero esto no quiere decir que protejan peor la cabeza.
Se componen de un caparazón duro de material plástico y de un correaje interno que mantiene una separación entre la carcasa de plástico y la cabeza. Este sistema se adoptó originalmente en gran cantidad de cascos, no sólo de escalada, al observar la estructura ósea de las cabezas de los pájaros carpinteros; una estructura externa dentro de la cual va suspendida, como por tirantes, una cavidad cerebral que en caso de impacto nunca llega a tocar la carcasa exterior, algo muy interesante para un pájaro que se pasa el día golpeando con la cabeza.
Este sistema de casco fue el de uso más extendido y aun hoy sigue siendo uno de los más usados.
Protege la cabeza perfectamente, suele ser más económico y duradero, pero pesa más que otros tipos de casco. Aunque hay bastantes modelos en el mercado, suelen ser los más sencillos y cada vez son menos.
Ligeros:
Están construidos en su gran mayoría en un inyectado de Polietileno expandido (corcho sintético) con un caparazón fino de Policarbonato.
En este caso no hay separación entre la cabeza y el casco y es el Polietileno el que se deforma en caso de impacto para proteger la cabeza. La carcasa exterior es principalmente para preservar el casco del desgaste.
Son cascos extremadamente cómodos y ligeros. Cuando te los pones la sensación es de no llevar nada en la cabeza. Ofrecen la misma protección que los clásicos pero con mucho menos peso y más confort. Son menos duraderos y bastante más caros.
Al principio no había muchos modelos, pero cada vez son más escaladores que se decantan por este tipo de casco. También son los favoritos de muchos esquiadores de montaña o el de personas que practican varias disciplinas.
Mixtos:
Son los de uso más extendido. Combinan una carcasa plástica externa, muy resistente, con un interior de Polietileno expandido (corcho sintético) que absorbería parte de la fuerza de un impacto. Además incorpora un arnés interior para regular la talla y que en algunos modelos ofrece una pequeña separación entre la cabeza y la estructura del casco.
Ofrecen la misma protección que los otros tipos de cascos. Tiene un precio medio con una alta durabilidad. Son más cómodos que los clásicos pero no tanto como los ligeros.
En los últimos años se ha reducido mucho el peso de estos cascos, pero aun les queda para acercarse al peso de los ligeros.
CUIDADOS BÁSICOS:
Para maximizar la vida de su casco, siga estos pasos cada vez que lo vaya a guardar:
Pruebe que la hebilla de la barbila se encuentre en buen estado de funcionamiento.
Compruebe las correas (cerca de las orejas). ¿Están en buen estado y libre de desgastes y desgarros?
Asegúrese de que la carcasa de espuma esta bien firme en el interior de la cáscara del casco.
Guarde el casco dentro de una bolsa de escalada para protegerlo de golpes contra superficies duras, lo que hace vulnerable a golpes, saltaduras y el agrietamiento.
CUÁNDO CAMBIAR DE CASCO:
Los cascos de escalada tienen una vida útil limitada y, en el mejor de los casos, deben ser retirados del uso a más tardar 10 años después de la fecha de fabricación. Esta fecha está grabada en algunas marcas.
Aún incluyendo inhibidores de rayos UV, los materiales plásticos de los cascos son vulnerables a la radiación ultravioleta de la luz solar, lo que hace que se debiliten.
Escaladores frecuentes generalmente descartan los cascos a la mitad de su vida útil o antes aún. También debe retirarse del uso en cualquier momento un casco que ha sido abollado, agrietado o dañado, incluyendo las correas. Pero los cascos pueden ser dañados y todavía no mostrar un desgaste obvio y desgarro que así lo demuestre.
Mantenga estos consejos en mente: Cada vez que usted sufre un golpe duro y piensa: «Habría resultado gravemente herido si no fuera por mi casco”, entonces es el momento de comprar un casco nuevo.
Fuente. Diario Mistral, Periódico Digital de Monataña y Escalada