por: Ana Isabel Bustamante
Las proteínas son moléculas formadas por una combinación de aminoácidos. Existen unos 20 aminoácidos distintos, según su configuración sus propiedades pueden ser totalmente diferentes. Las estructuras de los carbohidratos y las grasas son relativamente simples comparadas con las de las proteínas. Ellas deben constituir del 10 a 12% de la alimentación.
El ser humano necesita estos 20 aminoácidos de los cuales 8 no los produce el cuerpo y deben ser obtenidos mediante los alimentos. Estos son los aminoácidos esenciales y están presentes en las proteínas de origen animal como carnes, pescados, aves, huevos y productos lácteos. Las proteínas también provienen de los vegetales y se encuentran en frutos secos, legumbres y cereales completos.
Las proteínas animales y vegetales no se utilizan en la misma forma que se ingieren sino que, las enzimas digestivas llamadas proteasas las descomponen en aminoácidos que contienen nitrógeno.
Los vegetales son deficitarios en algún aminoácido esencial. Por ejemplo, las proteínas del arroz son escasas en lisina y las de las legumbres lo son en metionina. Pero combinando adecuadamente las proteínas vegetales, la calidad biológica y aporte proteico resultante es equiparable a la que aportan los alimentos de origen animal.
FUNCIONES DE LAS PROTEÍNAS
Ayudan a fabricar y regenerar los tejidos.
Cuando los carbohidratos y grasas ingeridos son insuficientes para generar energía, como por ejemplo el ayuno prolongado, las proteínas cubren esta función.
Sirven para regular muchos procesos en el cuerpo, por ejemplo la insulina (hormona del crecimiento).
Sirven como transporte, por ejemplo, para llevar el oxígeno o los ácidos grasos libres.
Ayudan a las defensas del cuerpo protegiéndolo de agentes extraños y exterminándolos.
DÉFICIT Y EXCESO DE PROTEÍNAS.
El déficit de proteínas produce:
Disminución de la capacidad mental y corporal.
Pérdida y desgaste muscular.
Ralentización de los procesos metabólicos.
Menor resistencia a infecciones.
Niveles muy bajos de energía.
Debilidad en la piel, el cabello y las uña.
Lenta recuperación ante herida.
Mayor dificultad para recuperarse.
El exceso de proteínas se observa mucho en países con dietas ricas en carne. Esto puede producir:
Sobrecarga del organismo, especialmente del hígado y los riñones, para poder eliminar las sustancias de deshecho como son el amoniaco, la urea o el ácido úrico.
Puede provocar cansancio, cefaleas y nauseas.
Dificultad en la absorción del calcio.
Alteraciones hormonales que producen olor a amoniaco que se desprende por el sudor o por el aliento.
RECOMENDACIONES DE PROTEÍNAS:
Actividad Proteínas/kg peso
Adultos no deportistas 0.8 g
Deportistas de resistencia 1,2-1,5 g
Deportistas de resistencia y velocidad 1,5-1.7 g
Deportistas de fuerza 1,5-2.0 g
Deportistas durante el entrenamiento de fuerza 2.0-2.5 g
Fuente: http://www.consumer.es