por: Ana Isabel Bustamante
Debe tenerse en cuenta que las grasas son necesarias para el cuerpo debido a que ellas cumplen tareas importantes en el organismo. No obstante se recomienda manejarlas con moderación para evitar problemas cardiovasculares y aquellos relacionados con el sobrepeso.
Las grasas constituyen un porcentaje del cuerpo humano, estos niveles pueden variar de acuerdo al tipo de persona, alrededor de 15% conforman el cuerpo masculino y de 20 al 25% el femenino.
Son la fuente de energía en los alimentos y pertenecen al grupo de los lípidos, vienen en forma líquida y sólida. Todas ellas son combinaciones de ácidos grasos saturados e insaturados. Proporcionan más del doble de las calorías que los carbohidratos o las proteínas.
Algunos ácidos grasos no son elaborados por el cuerpo por lo que deben ser obtenidos por medio de los alimentos.
Los ácidos grasos esenciales son el ácido linoleico y linolenico. Son importantes porque:
Controlan la inflamación.
Evitan la coagulación de la sangre.
Contribuyen al desarrollo del cerebro.
Sirven como almacenamiento de las calorías extras del cuerpo.
Llenan el tegido adiposo para ayudar como aislante al cuerpo.
Son importante fuente de energía cuando el cuerpo ha consumido las calorías de los carbohidratos, esto sucede los primeros 20 minutos del ejercicio, de ahí se consumen las calorías de las grasas.
Además de lo anterior existen otras funciones importantes:
Constituyen una reserva de energía (tejido adiposo).
Ayudan a regular la temperatura corporal (aislante térmico).
Ayudan a absorber y transportar las vitaminas liposolubles (A, D ,E y K) por el torrente sanguíneo. Esto permite conservar sanos la piel y el cabello.
Envuelven y protegen los órganos como el corazón y los riñones.
Forman parte de las membranas celulares.
TIPOS DE GRASAS
Son de origen vegetal y animal, se prefieren las grasas líquidas como el aceite de oliva en lugar de la grasa sólida como la de la carne.
Saturadas:
Son perjudiciales para la salud debido a que ayudan a aumentar el colesterol en la sangre. Estos son las carnes de animales como cerdo, cordero, pollo, res y lácteos, frituras, galletas, papas fritas, etc….
Insaturadas:
Son aquellas que tienen más fácil digestión. Son de tipo líquido y ayudan a disminuir el nivel de colesterol lo que trae beneficios para el sistema cardiovascular. Estas provienen del pescado (atún, salmón, sardinas, entre otros), además aportan ácidos grasos omega3 los cuales permiten reducir triglicéridos en la sangre, nivelan la presión arterial, disminuyen el riesgo de trombosis y aumentan la vasodilatación arterial. Tambien está incluido el aceite de oliva.
El aceite de girasol consituye ácidos grasos polinsaturados, esenciales para el cuerpo debido a que este no los produce por lo que se deben ingerir. Contiene vitamina E, un potente antioxidante natural.
En el caso de deportistas de resistencia como ciclistas, atletas, montañistas, etc. deben limitarse en lo posible las grasas saturadas, esto permite que la llegada del oxígeno y los nutrientes a los músculos y al resto de los órganos sea mucho más fácil.
LAS GRASAS EN EL EJERCICIO
Las grasas son una fuente de energía para cuando necesitamos ejercitarnos por periodos largos. En los deportes de velocidad se requieren lo glucógenos. Una adaptación adecuada a deportes de fondo es la capacidad de utilizar las grasas como fuente de energía ahorrando glucógeno.
El hecho de que el cuerpo elija utilizar los carbohidratos (glucógeno) o las grasas como fuente de energía depende de la intensidad, la duración de la actividad y el entrenamiento.
Ejercicios de corta duración y alta intensidad requieren de glucógeno como fuente principal, para este consumo no se requiere oxígeno (anaeróbico). Si se reduce la intensidad y aumenta la duración las grasas entran en acción mediante un sistema dependiente del oxígeno (aeróbico).
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