top of page

NEVADO

Santa Isabel

Colombia

Fotografía: Nicolás Díaz

El nevado de Santa Isabel es una de las montañas de la cordillera Central de Colombia. Su cima se eleva a 4.965 msnm y marca la frontera de tres departamentos Caldas, Risaralda y Tolima. Su escalada es de relativa facilidad y requiere de poca experiencia técnica. Se encontraron indicios de que en el pasado fue un volcán activo (época prehistórica). Causa curiosidad el complejo de domos que coronan su cima y que lo convierten en uno de los nevados más raros del continente. Su ataque se puede realizar por la Hacienda Potosí, cerca a Santa Rosa de Cabal, por donde el acercamiento a borde nieve se puede realizar en un día. Fuente: Wikipedia

Datos

Itinerario

TRAYECTO:

Inicio: Risaralda, Potosí

Objetivo: Aclimatar a más de 4.900 msnm. 

Cumbre en los 3 domos del Nevado Santa Isabel      

 

MOVIMIENTO

Días: 3

Horas: 12 h

Kilómetros: 29,46 km

 

ALTURA

Mínima: 3.600 msnm.  

Máxima: 4.800 msnm.

 

TEMPERATURA

Mínima: -10º C

Máxima: 13º C

 

 

DÍA 1 - QUERIENDO LLEGAR AL GLACIAR

De nuevo el Nevado Santa Isabel fue nuestro destino. Esta vez entramos por Potosí, ya que nos habían dicho que por este lado el acercamiento al nevado era de un día; fue así, como nos propusimos llegar en una jornada hasta el glaciar del nevado con el objetivo de pasar dos noches a más de 4.700 msnm y aclimatar muy bien para los dos picos que pretendemos hacer el próximo mes en Ecuador, Cotopaxi y Chimborazo.

 

Sin embargo, por el desconocimiento de la ruta nos demoramos el doble de lo presupuestado, y cuando vimos la Laguna del Otún, ya eran más de las 3 pm, el clima no era bueno y aún faltaban unas cuatro horas para el glaciar, por lo que decidimos acampar en El Mirador.

 

El agua comenzó a hacer presencia en pequeñas dosis, por lo que armamos la carpa bajo la vieja construcción en madera que se encontraba allí. Las águilas merodeaban el cerro y nos entretenían. Desde este punto no teníamos claro cual era la ruta hacia el Nevado, las nubes que se espesaban poco a poco impedían establecer un posible camino a lo lejos. Nicolás salió a recoger agua y a reconocer un poco la zona, pero un posible camino no se veía a lo lejos para continuar el siguiente día. 

 

Santa Rosa de Cabal está a unos 1.600 msnm aproximadamente, este fue el punto de partida en el Jeep ese mismo día hacia La Hacienda Potosí. Sumando el ascenso en carro y el ascenso a pie, fueron mas de 3.000 metros de altura en una sola jornada. Nicolás había previsto y advertido que posiblemente este ascenso tan rápido complicara las cosas con nuestros cuerpos, y así fué. Con el pasar del tiempo esto comenzó a afectar a René, quien en la carpa a ratos se sumía en sueños involuntarios, estuvimos vigilantes y atentos a cualquier complicación adicional.

 

Almorzamos, nos aprovisionamos de agua, descansamos, nos levantamos a comer y nos preparamos para una noche con fuertes vientos, un poco de agua, y la vieja carpa Ferrino comenzando a doblegarse.

El Mirador, sitio de campamento día 1

 

Tiempo de Caminata: 4 horas 10 minutos

Distancia: 9.35 km

Ascenso: 634 m

Hora de Salida: 8.23 am

Hora de Llegada: 3.27 pm

Altura de Salida: 3.600 msnm

Altura de Llegada: 4.234 msnm

 

DÍA 2 - SEGUNDO INTENTO DE LLEGAR AL GLACIAR

La noche no fue buena, llovió mucho, y a la Ferrino, que en otrora no le pasaba ni una gota, esta noche le pasaron todas. A René se le mojó el sleeping, la almohada y parte de la ropa de dormir. Tener parte de su equipo mojado lo puso con el ánimo muy abajo, y consideró si sería conveniente continuar ascendiendo. La cabeza comenzaba a pedir retirada, pero el sol que tímidamente se asomaba, dejaba llegar a nosotros un poco de calor; Nicolás quiso buscar una solución para René y poder continuar el avance, así que puso a secar algunas cosas en la estructura de madera que nos resguardaba; mientras desayunamos y desarmamos la carpa, todo se secó.

 

A las 9.26 am empezamos a caminar rumbo al glaciar. En pocos minutos cruzamos el camino que viene de la Laguna del Otún y que habíamos recorrido en Enero, entrábamos a terreno conocido. De repente el clima cambió y empezó a soplar muy fuerte; nos detuvimos tras una roca y decidimos qué hacer, pues Ana venia un poco atrás por un dolor en el pecho que comenzó a molestarla y a afectar su buen ritmo; nos colocamos los impermeables y decidimos continuar. Nicolás se apresuró a avanzar antes de que el clima empeorara más alejándose de Ana y René. Unos minutos más adelante, después de recorrer una gran pared de piedra, llegó a un recodo donde una canaleta encausaba todo el viento y el granizo, era una ráfaga de metralla sobre su rostro que lo hizo ponerse en cuclillas y resguardarse indefenso, "hasta aquí llegamos hoy" se dijo.

 

Apenas se pudo incorporar regresó para reunirse con Ana y René, les comentó lo sucedido y esperó junto con ellos a recobrar un poco las energías. Nos detuvimos a cubrirnos con las capas impermeables pegados a una inmensa roca para protegernos. La frustración era mucha, estábamos enteros y solo habíamos caminado 4.37 km en 2 horas, pero la montaña no nos daba el permiso de seguir, el clima estaba cada vez más celoso ante nuestra presencia. Decidimos devolvernos unos 300 metros y armar campamento a 4.748 msnm al lado de una muy pequeña laguna donde había un terreno en arena en medio de las rocas apto para armar la carpa, carpa que cada vez se convertía más en un problema que en una solución, una varilla colapsó y fue necesario repararla de improvisto soportando el frío y el agua que aparecía en pequeñas y heladas dosis.

 

Solo quedaba comer, descansar y esperar que al día siguiente pudiéramos cumplir con nuestro objetivo.

 

DÍA 3 - LLEGANDO AL GLACIAR

Afortunadamente esa noche no llovió, solo venteó, fue la última noche de la fiel carpa Ferrino en la alta montaña, sus últimos días los pasará en alguna cálida playa como recompensa a tantos años de aventura.

 

Nicolás se levantó a las 4 am, salió a ver cómo estaba el clima, entonó su Quena y pensó para sí mismo, "esta vez no será". A las 4.30 am se despertaron Ana y René, manifestaron algo de indisposición, ambos con un poco de nauseas. Sin embargo esperaríamos a ver cómo evolucionaban ambos mientras empezamos a hacer algo de desayunar, pero los cuerpos no pasaban bocado, sin embargo, había que hacer el deber, pues si no te alimentas, difícilmente puedes continuar. Ana luego decidió que no continuaría, aunque estuvo dispuesta unos minutos antes, comenzó a sentirse mal de nuevo. 

 

A las 6.43 am Nicolás y René iniciaban el camino hacia los Picos del Santa Isabel con un clima que prometía agua. Apenas subieron la primera cuesta una feroz ventisca les dio la bienvenida, con tanta fuerza fluía que les congelaba la cara. El viento no paraba, caminar era complicado pues su fuerza les hacía perder el equilibrio, no podían ver a más de 20 metros, lo que dificultaba observar la ruta a seguir. Incluso perdieron el rumbo unos 500 metros, que debieron corregir y retomar nuevamente. Despacio y con mucho cuidado de las piedras lisas y un pequeño paso complicado de escalada en el que caer implicaba rodar unos 100 metros, Nicolás y René logran llegar a borde nieve luego de 1 hora 45 minutos. 

La poca visibilidad, la nieve que no estaba en las mejores condiciones y los contratiempos superados hasta entonces, pusieron punto final al avance, fue la decisión que juntos tomamos. Así concluía el ascenso del tercer entrenamiento de Huella de Montaña, ya suficiente habíamos desafiado la montaña, el presagió de Nicolás se había cumplido.

 

A las 10.30 am nos encontramos con Ana en el campamento, desayunamos huevos con champiñones, arepa y chocolate antes de iniciar el descenso a Potosí. Estábamos terminando el desayuno cuando de nuevo empezó a llover, "¿esperamos un rato a que escampe?" preguntó René "nada, hagámosle que el clima no va a mejorar" respondió Nicolás. Sin pensar mucho, nos pusimos la ropa mojada, las botas llenas de barro, desarmamos la carpa con el frío de no tener guantes mientras llovía de manera torrencial, y empezamos el regreso a las 12.13 pm.

 

Bajamos en 5 horas los 13.8 km que nos separaban de la Hacienda Potosí, esperando que el carro que habíamos contratado nos hubiera esperado un par de horas, pero cuando llegamos, hacía media hora se había ido. Cristina la señora de la casa, nos invitó a quedarnos en La Hacienda mientras llamábamos para que nos fueran a recoger. En su cálida cocina, nos invitó a comer las deliciosas arepas de maíz que estaba preparando, unas 4 interminables horas después llegaron por nosotros.

 

Termina así nuestro tercer entrenamiento, donde nos fortalecimos mentalmente por las difíciles condiciones climáticas que afrontamos, para las cuales siempre debemos estar preparados.

 

"La amada montaña es temperamental, puede ser: amorosa y tierna, apacible y placentera, y también dura y feroz e irascible como en el día de hoy" Omar Salinas

René, Ana y Nicolás estrenando uniforme

 

AGRADECIMIENTOS

 

A nuestro patrocinador CANAIMA ADVENTURE de Medellín, quienes aportaron para el entrenamiento las botas marca alemana Dolomite COUGAR HP PRO GTX, especializadas para caminar largas jornadas en nieve. Sus botas para aproximación STEINBOCK y CONDOR las seguimos usando y continúan desempeñándose bien. 

www.canaimaadventure.com

 

A nuestro patrocinador GATORADE quienes aportaron para el entrenamiento la hidratación en polvo, vital para nuestro desempeño, y quienes desde ahora hacen parte de este proyecto como Bebida Oficial.

www.gatorade.com.co

 

A Rubiela Belalcázar y Jerson Areiza (www.elmuroed.com) por prestarnos parte del equipo para realizar esta cumbre.

 

A Iván Jaramillo y Jhon Fredy Rivera por darnos las indicaciones para hacer la ruta.

 

Nuestro próximo entrenamiento será en Ecuador. El Cotopaxi y Chimborazo nos esperan!

Fotos del

Recorrido

bottom of page